martes, 12 de abril de 2016

12/04/2016

Hoy en clase de cultura clásica he estado buscando información sobre lo que he escogido del trabajo en común. Y he empezado e hacer el prezi donde voy a sintetizar toda la información que he sacado para hacer una presentación que explique mi parte del trabajo.
  
Héroes
En la mitología y el folclore, un héroe o heroína (femenino) es un personaje eminente que encarna la quinta esencia de los rasgos claves valorados en su cultura de origen. Comúnmente el héroe posee habilidades y rasgos de personalidad idealizados que le permiten llevar a cabo hazañas extraordinarias y beneficiosas («actos heroicos») para salvar a las personas del peligro, por las que es reconocido.
En la narración mitológica se conforma por un inicio casi siempre extraordinario, mediado de diversos conflictos que se resuelven, y un evento final en donde el héroe se confronta con su contrario (ya sea un individuo o conjunto de individuos) y finalmente muere (ya pierda o gane) de manera gloriosa para servir de ejemplo al género humano.

Características

  1. Una inteligencia superior que les posibilita solucionar acertijos y problemas (p. e. el de Edipo frente al enigma propuesto por la Esfinge).
  2. Cometer un phónos akoúsios, es decir, una muerte accidental, por lo que deben sufrir un castigo que determina el exilio (p. e. Heracles)
  3. La mayor parte de las veces han experimentado el exilio, lo que implica una suerte de conocimiento o iniciación por la que, al regresar, se muestran como seres algo diferentes [pensemos el caso de Jesús, Eneas o el Cid].
  4. Poseen una morfología fuera de lo ordinario; en la mayor parte de los casos manifiestan marcas visibles –Lábdaco es cojo, Odiseo tiene una cicatriz; algunos son gigantes; otros enanos; otros, como Heracles, poseen una fuerza desmedida; esa morfología singular los lleva a realizar acciones también singulares.
  5. Por razones diversas siempre existe algún ser (divino o mortal) que pretende deshacerse del héroe, por lo que lo somete a combates extraordinarios de los que se espera que no regrese; mas siempre sucede lo contrario, y el héroe retorna victorioso. (p. e. los trabajos de Perseo)
  6. Sortear diversas pruebas y otros tipos de competencias, de las que el héroe siempre sale airoso. (p. e. cualquiera los héroes del deporte)
  7. Fundación de ciudades, la mayor parte de las veces por predicción de algún oráculo.
  8. El portar determinadas armas que los caracterizan (en el caso de Heracles una maza arrancada por el héroe en la floresta o bien un arco heredado y que ,tras su muerte, lega a Filoctetes)
  9. El haber tenido una gestación y un nacimiento singulares (así, en el caso de Heracles, Zeus para gozar de Alcmena, triplica la duración de una noche y luego Hera demora la gestación de Alcida).
  10. El haber sorprendido ya en su niñez con hazañas inimaginables (Heracles por ejemplo estrangula dos serpientes siendo un niño).
  11. Poseer un fin generalmente violento dado que mueren despedazados (Orfeo), quemados (Heracles), en combates singulares (Layo), fulminados por un rayo, metamorfoseados, lo cual, en la mayor parte de los casos se da seguido de una apoteosis o transfiguración (Heracles, Orfeo, Edipo).
  12. Tener un final sobrenatural; tal el caso de Edipo, según refiere Sófocles al final de Edipo en Colono, que próximo a morir –según relata el mensajero-, es invitado por una voz impotente a elevarse y sumarse al conjunto de dioses quienes en ese trance lo reconocen como a uno de los suyos.
  13. Tener un destino desventurado con sus hijos (Yocasta y Layo con Edipo, Heracles con los que había tenido con Megara).

Rasgos éticos, morales e intelectuales

  • Naturaleza mixta: Por lo general, los héroes tienen una naturaleza mixta, es decir, son mitad humanos y mitad dioses.
  • Conflicto con el mundo exterior: El héroe se pone, a pesar de su superioridad, al mismo nivel de la gente común a la que aquejan problemas semejantes. Esto es lo que hace que el héroe nos sea simpático y nos identifiquemos con él.
  • Coraje: El coraje para enfrentar la vida es una de las características más obvias para un héroe, porque no podría llamarse héroe si todo le diera miedo o no emprendiera ninguna aventura. El héroe siempre tiene el coraje suficiente para enfrentar los problemas de la vida y de su propio destino.
  • No tiene miedo a la muerte: El héroe no tiene miedo a la muerte. En sus combates y empresas que lo llevan al borde de la existencia ellos muestran valor y coraje.
  • Ideología utópica: El héroe se rige por valores universales los cuales hacen referencia al ciclo de la vida: del inicio, al final y a la renovación de la vida. Si no tiene miedo a la muerte, es porque no se fija en la muerte del individuo, sino en la pervivencia del espíritu humano.

Rasgos de acción

  • Separación del mundo: Los héroes constantemente sufren un cambio de lugar por causas ajenas a su voluntad, es decir, han sido movidos de su lugar original. Esto hace que el héroe busque en su viaje la manera de llegar a casa a toda costa, donde su familia, amigos u otros lo esperan. El que un héroe sea movido de su lugar de origen implica un viaje para volver o para encontrar un nuevo hogar. Dicho viaje puede o no ser físico, porque lo que en realidad importa es el viaje interior de autoconocimiento, pues conociendo la naturaleza del hombre y su conexión con el mundo es como se vislumbra la renovación de la vida, la trascendencia del espíritu humano y que a la vez hace que lo mortal y lo inmortal sea uno mismo como realmente lo es.
  • Búsqueda de aventura: La búsqueda constante de aventura o sed de sangre hace que el combate inicial sea una especie de iniciación para el héroe. Estos combates se dan por el empeño en superar su parte mortal, llevar lo mortal al límite y sobrepasarlo, por lo que emprende diversas empresas. Dichas empresas se sumergen en un tiempo distinto al nuestro, más bien están en los tiempos del origen del hombre y del mundo, y son paradigma del comportamiento humano.
       Sin embargo, también ocurre que su iniciación en la aventura sea de manera                                                                involuntaria, ya sea por un accidente, por fuerza del azar o por la intervención de un segundo.
  • Respuesta al llamado: La respuesta al llamado, ya sea voluntario o involuntario (fruto de la curiosidad), por causa del azar, del destino o de alguien más, es imprescindible para el héroe para demostrar su valentía, su coraje; aunque también demuestra cómo se somete ante el destino. Es decir, el responder al llamado es aceptar la imposibilidad de actuar frente al destino.
  • Muerte inconsciente: A los héroes, por lo general, la muerte les llega de manera involuntaria, pues su error, imperfección o comportamiento indigno lo comenten en actos de enajenación durante la batalla, lucha o circunstancias donde no les es posible pensar de manera consciente. El héroe no tiene miedo a la muerte, se sabe superior a ella. Es sobre todo una muerte joven y prematura la que los diviniza, pues por sus cuerpos no pasan los efectos del tiempo: no se deterioran, no muestran vejez o enfermedad. Y según Campbell, la muerte del héroe no es tomada de manera negativa, sino como un acto para la renovación del mundo.
  • Batalla con su contrario: El antagonista puede ser el causante de la separación del héroe con su hogar. Entonces el héroe se sentirá atraído en busca de la causa de su viaje o por venganza, como medio para lograr el equilibrio. Y aunque pierda el héroe, eso no significa que sus valores y su ideología no hayan trascendido; al contrario: sus actos, pensamientos y valores pasan a la humanidad.
  • Regreso para mejorar el mundo: Si después de la batalla el héroe regresa a su hogar, duda de los valores preestablecidos, del orden social, y puede, ya sea directa o indirectamente, cambiar y romper dichas reglas para mejorar la sociedad.

Festivales

Olimpia

Los festivales de Olimpia se celebraban en la antigua Grecia en honor al dios Zeus. La justificación era para reunirse todos los griegos ya que estos estaban divididos, en este tiempo no había guerras. Se creía que la victoria la concedía Zeus al competidor más perfecto. En la totalidad se han recuperado ya entrado el S.XX para revivir ese espíritu de esfuerzos y hermanamiento pero en este caso de una manera más global.

Juegos Olímpicos

Los juegos panhelénicos más importantes eran los Olímpicos, que se celebraban en Olimpia cada cuatro años, en verano (este periodo de cuatro años se denominaba Olimpiada). En 776 a.C. comenzó a hacerse la lista de los ganadores y se considera ésta la fecha de iniciación de los juegos. Al parecer, la idea original partió del rey Oxilos (hacia el 1100 a.C.), aunque los juegos empezaron a celebrarse por iniciativa del rey Ífitos de Élida, después de que éste llegara a un acuerdo con sus rivales, Licurgo rey de Esparta y Clístenes rey de Pisa, para garantizar la paz durante el evento. Según cuenta la tradición, el texto del tratado fue escrito en un disco de piedra y guardado en el templo de Hera.
Para los primeros juegos Ifitos organizó una carrera de 192,27 metros, distancia que equivale exactamente a la medida griega de un estadio.
Estas pruebas se celebraban cada cuatro años, duraban un solo día y siempre coincidían con la primera luna llena después del solsticio de verano (finales de julio, principios de agosto).
Entre los siglos VII y V a.C., esta manifestación deportiva se fue consolidando y para el año 472 contaba entre sus participantes con ciudadanos de las zonas circundantes de la Élida (Arcadia, Laconia, Argólida, Acaia y Mesenia).
En la época clásica, los juegos duraban cinco días (uno de los días estaba dedicado íntegramente a celebrar ritos y sacrificios religiosos en honor a Zeus) y los ganadores de las pruebas recibían como único premio una corona de ramas de olivo («cotinus»), aunque los atletas vencedores eran considerados como héroes por su propia ciudad y recibían ayudas económicas de los nobles. Con el tiempo, el laurel sustituyó al olivo, aunque la costumbre de la corona vegetal permaneció hasta 1960, año en que se introdujeron las medallas de oro, plata y bronce.

Deportes
En los juegos antiguos las modalidades deportivas eran: Pentatlón, Carreras, Boxeo, Carreras de carro, Equitación y Pancracio que era una mezcla de boxeo y lucha. La última prueba de los Juegos, considerada la más importante, era denominada «final del estadio» y consistía en correr un estadio (192,27 metros). Se sabe que uno de los primeros ganadores de esta prueba se llamaba Corebo y era cocinero de la ciudad de Elis.
El Pentatlón se agregó en los XVIII Juegos y consistía en un conjunto de cinco pruebas que comenzaba con el salto de longitud; los que superaban la marca mínima exigida pasaban al lanzamiento de la jabalina con lanza de 1,50 metros; los cuatro primeros clasificados corrían un estadio; los tres primeros calificados en la carrera pasaban al lanzamiento del disco y finalmente los dos mejores atletas decidían la victoria enfrentándose en la lucha.
Los últimos juegos
Los últimos Juegos Olímpicos de la antigüedad se celebraron en el año 394 d.C. El emperador romano Teodosio decretó posteriormente la suspensión de los juegos. El 424 d.C. Teodosio II ratificó la suspensión.
Los primeros Juegos Olímpicos Modernos se celebraron en Atenas en 1896 organizados por el barón Pierre de Coubertin.
La tregua olímpica
Durante la celebración de los Juegos se establecía la «ekekheiria» o tregua olímpica que implicaba la paralización de todos los conflictos bélicos desde una semana antes de los Juegos hasta una semana después. Un año antes del comienzo de los Juegos se enviaban mensajeros («spondofori») o portadores de la tregua por todos los rincones de Grecia y a todas las colonias griegas del Mediterráneo para anunciar la fecha de apertura de los Juegos y el periodo de la tregua olímpica.


El <Cotinus>
Los ganadores de los Juegos recibían como único premio una corona («cotinus») elaborada con ramas de olivo que se cortaban de un olivo silvestre («calistéfanos»), según la mitología, plantado por Heracles (Hércules) junto al templo de Zeus en Olimpia. Posteriormente se sustituyó por laurel.
Estos atletas se convertían en héroes, otorgaban fama a sus ciudades, los poetas glosaban sus hazañas, se levantaban estatuas en su honor, estaban exentos de impuestos y vivían el resto de su vida sin trabajar recibiendo manutención gratuita y ayudas económicas de los dirigentes y mecenas de su ciudad de origen.
Desnudos
Los atletas olímpicos competían completamente desnudos, untados con aceite de oliva. No había equipos, cada uno participaba a título individual, aunque representando a su ciudad. Para poder competir se requería ser ciudadano griego y no haber cometido ningún crimen o delito.
Filipo II, campeón olímpico
Filipo, rey de Macedonia, ganó una de las pruebas hípicas de los Juegos del 356 a. C. el mismo año que nació su hijo Alejandro Magno.
Nerón, el más tramposo
El emperador Nerón deseaba ardientemente ser coronado con el «cotinus» de campeón olímpico, para ello participó en la carrera de cuadrigas de los Juegos del año 67 d. C. en la que competían carros tirados por cuatro caballos. Para asegurar su victoria se presentó en el hipódromo con un carro tirado por diez caballos. Todos sus competidores se retiraron indignados. Nerón corrió solo y aún así estuvo a punto de no ganar la prueba porque se cayó dos veces del carro.

Delfos

Los juegos Píticos

Los Juegos Píticos fueron uno de los cuatro Juegos Panhelénicos con los de Olimpia, los Juegos Nemeos y los Juegos Ístmicos. Como los otros grandes juegos, también se consideraban fúnebres, en conmemoración de una muerte: son un aspecto del agon epitaphios que se practicaba junto a la tumba de Pitón, enterrado por su hijo Aix, cuyo nombre significa «la cabra».

Según la leyenda, los implantó el propio Apolo, tras su victoria sobre Pitón.

La competición debe su nombre al lugar, que se llamaba Pito, bien por las preguntas que le hacían los visitantes del oráculo, bien porque el animal que allí murió se estaba pudriendo.
Los Juegos Píticos tomaron su forma definitiva después de la llamada primera guerra sagrada.
Los habitantes de la cercana Cirra querían apoderarse del rico santuario de Delfos. Los habitantes de Delfos pidieron ayuda a los anfictiones, un grupo de 12 etnias relacionado inicialmente con el culto a Deméter en Tesalia.

Cirra fue vencida y los anfictiones pasaron a administrar el santuario a partir de 590 a. C.
Restablecieron el agón.

Fueron realizados en el santuario de Delfos, y eran consagrados a Apolo; se daba como premio una corona de laurel (árbol consagrado a Apolo por la transformación de la ninfa Dafne), la gloria y el reconocimiento de los dioses.

Los epimeletas se encargaban de la dirección de los juegos. Los juegos duraban de 6 a 8 días, más días que en Olimpia porque se añadía el agón musical.
Los primeros 3 se dedicaban a los sacrificios, a las procesiones (el segundo día) de los teoros, sacerdotes y participantes al altar de Apolo para ofrecerle una hecatombe, y a un banquete (el tercer día). Puede que también se celebrara una representación, en forma de drama sagrado, de la lucha de Apolo contra el dragón (el primer día , el 6 de Bukatios).

El cuarto día se hacían concursos musicales en el teatro: poemas acompañados con cítara (poema cirédico), una larga pieza de flauta que conmemoraba los 5 episodios de la lucha contra el dragón (poema pítico), un solo de flauta y de cítara, concursos de poesía, representaciones trágicas y espectáculos de danza.

El quinto día se celebraban las competiciones deportivas: carrera larga, 24 estadios de 178 metros), carrera doble (diaulo, de dos estadios), pancracio, pugilato, carrera con armas, pentathlon (cada atleta se presentaba a las pruebas de carrera, salto de longitud, lucha, lanzamiento de disco y de jabalina.

El sexto día, y a veces el séptimo, se desarrollaban los concursos hípicos: las carreras de caballos, de carro con cuatro caballos (cuadrigas) y con dos caballos (bigas).
El primer vencedor de estas competiciones fue Clístenes de Siracusa.

En 475 a. C. Polizelos, hermano de Gelón, de Siracusa, ganó la carrera de cuadrigas y encargó que se erigiera una en bronce, cuyo auriga- el famoso auriga- se ha conservado. En la 48º Pitiada, en la que se añadió la carrera de bigas, ganó Execéstides de Fócida.
En la 53º, en la carrera de cuadrigas con potros venció Orfondas de Tebas.

Las competiciones gimnásticas e hípicas necesitaban dos días cada una, por lo que los juegos duraban ocho días.

Las mujeres sólo podían acudir a Delfos a las competiciones hípicas si eran propietarias de caballos. Estaban excluidas de las competiciones gimnásticas, las cuales no podían siquiera presenciar. No obstante, en las musicales sí que podían participar.

Al igual que en Olimpia, se compilaron unas listas con los nombres de los pitiónicos (pythionikai), los vencedores de los Juegos Píticos. Cuando un terremoto destruyó los archivos en 373 a. C., se le encargó a Aristóteles rehacer las listas. Con su discípulo Clístenes, acometió la tarea y fueron honrados en un epígrafe que aún se conserva.

Los vencedores recibían una corona de laurel, el árbol de Apolo. Los premios los asignaba el consejo de la anfictionía, que era también quien organizaba los juegos.

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